Cita bíblica: Filipenses 2:19-25
Introducción:
Ha sentido muchas veces que quizá usted no sepa que se espera de su vida? Si usted sirve o no en la iglesia, que espera Dios de usted? Cuál debe ser su carácter conforme al Señor? Veamos que dicen las escrituras.
Cuerpo:
En los mensajes anteriores vemos como el Espíritu Santo nos otorga miles de consejos y ordenes que debemos tomar en nuestro diario vivir y comportamiento y nos hace énfasis en que siendo luminares en el mundo tenemos tal responsabilidad de actuar de esta u otra manera. Recordemos hermanos (as) que el Señor no nos pide cosas que no podemos hacer, de lo contrario, nos capacita y nos regala sus bendiciones al obedecerle.
Ahora vemos a Pablo que muestra un poco más su vulnerabilidad como humano hablando de su aflicción y desanimo de alguna manera, en cuestiones del diario vivir. Pero lo que más sale a resaltar de este pasaje es la manera en que Pablo se expresa de Timoteo.
El carácter de Timoteo comienza a tomar protagonismo en su vida cristiana. Vemos que Pablo expresa de Timoteo que esos halagos (de alguna manera decirlo), ese testimonio es dado gracias a sus propios méritos de cómo él ha servido a Pablo y por consecuente a las iglesias.
Pablo da unos cuantos detalles que no podemos ignorar:
- …se interesa sinceramente de los Filipenses al igual que Pablo
- … no busca lo suyo propio sino lo que es de Cristo (y hace comparación con ‘todos los demás hasta ese momento’)
- … se ha comportado como un hijo a padre con Pablo. –Esto recordemos que Pablo habla con un pre-conocimiento de la ley y del conocimiento cultural de ellos, en el que sobre pasa los méritos de ‘heredero’ y por consecuente de honras. Es decir; Timoteo servía a Pablo con tal honra como lo haría con su padre también de acuerdo a la ley exacta de un principio bíblico
- Timoteo estaba dispuesto a obedecer en lo que Pablo le dijera, incluyendo el ir a ellos… Vemos que Pablo también expresa que de acuerdo a sus asuntos verá si lo envía luego… Timoteo tenía una entrega total a la obra.
Timoteo nos muestra en las palabras de Pablo con su propio testimonio; la manera en que le servía. Ahora en la vida nuestra, es el mismo llamado. Recordemos que la visión es servirle a Cristo y en mensajes anteriores vimos como el Espíritu Santo es quien nos pone el querer como el hacer.
Conclusión:
¿Qué pues hacer?
Sirvamos al Señor y su obra con entrega total. No resguardemos nada frente a Dios; seamos como Timoteo. Y si usted no tiene ese ‘querer’, pídaselo a Dios, confiese su falta de interés y pídale que ponga en usted un corazón obediente a su palabra.
A Cristo sea la Gloria.
Cristo viene! Aleluya!
Obedezcamos a Dios, hagamos su voluntad, la cual es tener una relación íntima con él; buscándole a toda hora y a todo momento.
Este blog es una extensión de mensajes a Europa y el Reino Unido del ministerio Retornando a las Escrituras.