Viviendo para el Señor

Cita bíblica: Filipenses 1:9-29

Introducción: Cuando suceden conflictos en la vida y todo se llena de confusión entre el hacer o el no hacer, se nos olvida muchas veces cual es nuestra misión en la tierra de parte del Señor y he ahí donde caemos en conflicto interno con nosotros mismos e incluso con el Señor.

Cuerpo: Este pasaje nos habla entre muchas cosas de cómo debe ser nuestra manera de actuar y en que debemos enfocarnos. Podemos ver como el apóstol Pablo nos exhorta a amar en abundancia y que esto sea en ciencia y en todo conocimiento.

Los cristianos muchas veces nos acomodamos a recibir palabra y vivir día a día como si no habrá un mañana; muchos confundiendo esto con vivir en paz y sin afanarnos a como el Señor Jesús mando, pero son dos cosas diferentes. El aprendizaje del cristiano se ve a través de las escrituras en los ejemplos de los héroes de la biblia.

El Señor no nos pide que seamos eruditos en todo, más bien que amemos en ciencia y todo conocimiento; esto es que aprendamos de su palabra, la pongamos en práctica y veamos constantemente los resultados de ella. De igual manera ciencia es todo aquello que se aprende con la experiencia y la objetividad.

Vemos que el apóstol Pablo siempre fue objetivo en sus exhortaciones y testimonios, nunca elevo en ilusión sus palabras, sino en esperanza y veracidad. No debemos asumir que el estudio secular (del mundo es necesario). El mismo Pablo nos dice que todo ese previo conocimiento lo tiene por basura al comprarlo con la sabiduría de Cristo. Esto nos recuerda las palabras del Señor Jesús cuando dice que no vino por los que se creen sabios, sino por todos los demás para que nadie se gloríe.

Ahora, volviendo a la ciencia que nos exhorta Pablo; esto es que debemos diligentemente ver las cosas del mundo desde el punto de vista de Dios. Vemos a Pablo quien está en prisiones, glorificando a Dios y expresando sus ganancias en ellas. Es fácil pensar que todo va bien y sentirnos bien cuando estamos en holgura, pero desde el punto de vista espiritual; siendo Dios con nosotros, SIEMPRE estamos del lado vencedor.

 

Conclusión:

Qué pues hacer?

Recordemos nuestro único mandato, esto es Predicar a Cristo y amarnos con entendimiento, reconociendo nuestros propios defectos, siendo amados por un Dios perfecto. Suceda lo que suceda, la soberanía de Dios está por encima de todo; el hará conforme a su santa voluntad y todo es a favor de sus hijos.

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”

Estamos en tiempos peligrosos, no menospreciemos la gracia. Sigamos adelante como viendo al invisible.

 

Obedezcamos a Dios, hagamos su voluntad, la cual es tener una relación íntima con él; buscándole a toda hora y a todo momento.

* Este blog es una extensión de mensajes a Europa del ministerio Retornando a las Escrituras.